Luna ámbar, luna mora



Luna ámbar, luna mora, luna del vuelo de la paloma.






Es tu llanto el silencio que escucho y aún así me espanto, 
es el llanto de tu esfera divina que reina en la noche y prudente me esquiva de día, es tu luz tenue como el rielar de tu figura en la aguas tibias, el que me mece en el miedo y me abraza en la melancolía.

Luna de color del ámbar, luna que me embelesas y me incitas, 
me obligas a cruzar los campos nocturnos en busca de tu faz perdida. Vuelve tu cara, mira la mía, no tengas miedo de perderte en mis mejillas que ya nos conocimos en aquellas noches sin consuelo de mi amada mezquita.




Dulce tu danzar, cruzando bosques de estrellas encendidas, dulce también tu esquivar entre hilos de nubes entrometidas, no llores tu más, mi compañera, mi amiga, que jamás apartaré mi mirar cuando en el cielo estés prendida.




Luna ámbar, luna mora, luna del vuelo de la paloma.

El Vellocino de oro















Y en tus tiernos e inocentes ojitos se estrella la más dura visión de la realidad ¡Este es el mundo, pequeño! una enorme extensión de miseria.... nada, nada y más nada más allá.....toda para ti, toda para que la puedas disfrutar











 Tendrás deshechos y basura para buscar, cosas rotas para que intentes sin éxito hacerlas funcionar, chatarra peligrosa y maloliente para que enfermes sin remedio y sin medicinas para sanar. Puede que un día encuentres algo que alguien te quiera comprar y con ese dinero, es posible que comas ricas cosas ya viejas, de las que otros disfrutan hasta la saciedad.





Luego, algún día sabrás que aún más lejos de horizontes y horizontes de deshechos se encuentra un mundo mejor, un mundo donde los niños son niños y los hombres balsas de amor. Irás tras él, como otros que ilusionados fueron en su pos, sacrificarás raíces, cariños, padres, hermanos y hasta el amor.




 Pero ¡ insensato! no existe ese mundo perfecto , aquel otro lo pueblan hombres que temen que sus oros los derrita el color de tu piel. Colocarán vallas electrificadas, soldados armados de rabia y desesperanzas custodiarán sus puertas, tienen miedo de que tu raza enturbie de basura sus imperios. Si consigues entrar, creerás haber logrado tocar el Vellocino de oro pero muy pronto verás que esta gente se come la basura y vive sobre sus propios despojos.



 Si, niño sin voz, puede que tengamos grandes casas pero en cambio encerramos nuestros corazones en estrechas celdas de plata para que nunca les de la luz del sol.





Soy lo que me hiciste sentir










Canción del jinete

Córdoba, 
lejana y sola.

Jaca negra, luna grande 
y aceitunas en mi alforja.
Aunque sepa los caminos
yo nunca llegaré a Córdoba

Por el llano, por el viento,
jaca negra, luna roja.
La muerte me está mirando
desde las torres de Córdoba.

¡Ay, qué camino tan largo!
¡Ay, mi jaca valerosa!
¡Ay que la muerte me espera,
antes de llagar a Córdoba!

Córdoba, lejana y sola.

(Federico García Lorca)




Así como difuminada y vieja veo ahora mi tierra, esa madre envolvente que forjó mi ser al mismo tiempo que la mujer que me trajo a la vida. Así, lejana y sola como cantaba Lorca....sumergida en ese embrujo de negra noche y luna llena, de calladas plazas, de olor a pan recién horneado y a azahar que transporta y da hambre, hambre de volar entre piedras viejas, estatuas de sabios y arcos de medio punto policromados.



Cuando vivía mecida entre sus pétreos brazos, besada por sus luces negras... ya entonces noté su ausencia. Cuando acariciaba con temblorosas manos sus veinte siglos de torturadas piedras, que forjaron sus gentes a golpe de flores y de letras.....ya entonces vaticinaba el dolor de su ausencia. 
¿Qué sería de mi, lejos de mi tierra? Nunca me iría de allí, jamás renunciaría a sus grietas...Pero el tiempo habló por  mi, dejé lejos sus calles estrechas,  repletas de llantos eternos por un sol castigado al destierro de sus cales perfectas.



Y ella se quedó allí, como genio de aire en el blando suelo atrapado, no vino por mi, jamás me visitó más que en mis sueños dorados, para recordarme que muero lejos sin sus sombras oscuras y que mi alma se apartó de mi cuerpo por haberla abandonado.





Soy lo que me hiciste sentir,
 siento lo que me has enseñado,
 vivo lejos de mi, 
y muero porque me has olvidado.







El dibujo










Quisiera saber si es posible tomar un lápiz y plasmar sobre el inerte blanco del papel, trazo a trazo, sombra a sombra el calor del alma humana.





 En muchas ocasiones, me enfrento, como se enfrenta el hombre a la cálida brisa del mar cuando amanece el largo día de verano, a ese hermoso  vacío del blanco papel que parece interrogar mi alma con insistencia, queriendo saber vehementemente qué torpes manchas mi capricho dejará caer sobre él. 
A su vez es mi alma la que parece escudriñar sus suaves brillos, sus insinuantes sombras... imaginando sensaciones, curvas, miradas y emociones encontradas, hasta al fin tomar una decisión.
 Está resuelto, el trabajo comienza apresurado e inquieto, temiendo que el calor de las exigentes y atropelladas sensaciones que ahora sobrevuelan mis manos se disuelvan como frágiles nubes que pronto morirán bajo los rayos del sol naciente.


Los primeros trazos ya insinúan formas que hablan de sentimientos y a su vez estos, canturrean recuerdos que inspiran ilusiones.....el frenético vuelo se ha alzado, ya no puede parar, no hay tiempo,  ya no pasan las horas, el juego comienza a ser adictivo...el entorno a mi alrededor se ha evaporado, sólo existen emociones, trazos, dedos manchados, que colocan y recolocan sin cesar tonos, sombras y difuminados. 


Ya da igual el resultado porque es una experiencia irrepetible, aunque quisiera enmendar un detalle y lo hiciera el corazón ya acabó de  volcar su contenido sobre un papel que agoniza tras el carboncillo. Puedo tomar otro, puedo repetir todo lo que se hizo, pero no puedo volver a mantener aquella conversación entre la carne y el papel sumiso.



(Imágenes tomadas de internet)




(Alfmega)


Asesino universal



¿Somos conscientes de lo que somos en relación a lo que nos rodea?





¿Qué es el tiempo? 
¿poderoso aliado en los infortunios? ¿ese que a todos los justos y el orden restablece? ¿o el asesino universal al que esperamos pacientes?



Altas torres, divinos reyes, mendigos andrajosos y hasta las hermosas y blandas flores, todos bajo su infinito peso pasaron de ser ciertos a no dejar ni polvo ni recuerdos.



El tiempo es una magnitud física con la que medimos la duración o separación de acontecimientos, sujetos a cambio, de los sistemas sujetos a observación.
(Wikipedia)







"Siempre hay un tiempo para marchar aunque no haya sitio a donde ir"
(Tennessee Williams)



"El tiempo se vuelve sigiloso cuando se reclama por los vestigios que deja a su paso"
(Charly Sanz)



"Nacemos para vivir, por eso el capital más valioso que tenemos, es el tiempo, tan corto nuestro paso por este planeta que es una pésima idea no gozar cada paso y cada instante, con el favor de una mente que no tiene límites y un corazón que puede amar mucho más de lo que suponemos"

(Facundo Cabral)







¿Acaso somos conscientes de lo que somos en relación a lo que nos rodea?

Desde nuestra posición subjetiva somos incapaces de ver más allá de cuatro ideas entre románticas y fatalistas de lo que el paso del tiempo hace con nuestras vidas. A través de los libros, apoyándonos en la perspectiva que nos da el poder asomarnos al panorama de la realidad, empinados sobre la atalaya que nos brinda el limitado conocimiento humano, vemos, o creemos ver entre inciertos reflejos y medio deslumbrados una realidad a medias que no satisface nuestra curiosidad y nos devuelve a tropezones al amparo de la subjetividad de la atroz ignorancia.








¿Cuarta dimensión o sólo una magnitud capaz de adoptar diferentes valores en virtud de nuestras más intimas sensaciones?

Flores secas









Hoy quisiera dar gracias por la vida que recibí, los privilegios de que gozo y los amigos que no vi, porque pensando en las ausencias hice invisible todo lo que tengo. Quisiera y quiero mirar de frente todo lo que se me ha dado para decirle a la cara que no lo merezco y también quiero aprender a compartirlo con quienes no lo tuvieron.






Quiero dar las gracias, pero no con estas palabras que podrían ser fingidas sino con gestos y con hechos, como esa niña que de repente recibe algo nuevo,  no sabe decir nada, ella se mueve por reflejos, como los perros cuando ladran y la luz en los espejos.






También quiero pedir perdón, aunque no lo espero......por ese tiempo sin ver tantas flores en mi regazo, esas que el cariño de mi gente me había ido regalando....yo no las vi, presa de otras metas, ahora reparo en este tesoro olvidado ya muertas y secas, pero que aún me siguen esperando.