Qué más quiero?

Esse Imaginaria



Si miro a la luna cuando riela
 y pienso ¿qué más quiero?

 Y si qué más quiero pienso,
 cuando miro el sol pintar la oscuridad del cielo
 con sus  pinceles encendidos de anaranjados
 y azules y amarillos intensos... 

Y si no quiero más nada, 
porque nada más puedo, 
cuando los pájaros cruzan raudos
 el vertiginoso manto del firmamento...
¿Qué más quiero?


 Agnieszka Lorek

Y nada más, 
cuando abro los ojos en la mañana 
y tus ojos cansados de mirarme dicen, 
te quiero.

Y nada me hace falta 
cuando al fin cansado el día 
se acuesta en la estrellada alfombra
 que estremece el viento...

y una fuente canta tu nombre en la oscuridad, 
y unos pájaros beben del rocío 
cuando dice adiós el largo invierno...
¿Qué más quiero?

¿Y qué más quiero si te quiero y me quieres 
con este amor cálido y bueno?
¿Qué más pueden desear la carne y el alma, 
si el alma y el amor y la luna y la luz del día 
llueven caudales de trinos
 y besos?






La primavera II

Esse Imaginaria



Se carga el día de horas, 
y las horas contemplan asustadas mi miedo, 
se carga de olvido lo olvidado, 
perdido en mi cuarto vacío y sin recuerdo...

La joven del agua

Sobre la repisa hay un retrato, 
sobre la mesita un libro entreabierto,
 que me miran esperando
 que encaje el puzle incompleto 
de mis recuerdos.

Acabado está el pasado,
 aunque su bucle peine cada mañana mis cabellos... 
sin tensar están los abrazos de los días nuevos,
 que descuidados en los rincones oscuros se hallan,
 del desencuentro.

El mañana es de mentira,
  el ayer es un recuerdo, 
y las horas del presente tejen y destejen
 las vainicas deshilachadas,
 el dechado de mis silencios.

Ven, luz del día,
 toca mis ojos, toca mis manos, 
ven y despierta mi mente dormida
 entre las páginas de mis quehaceres
 autocombustibles y lentos.

Y vino el día, llenando de azahares el aire de mi cuarto, 
 abrióse mi ventana y se escucharon todos los pájaros.

 Acercóse a mi piel entonces,
 muy cauto 
el capricho de la vida,
 que cíclica abre todas las flores de las primaveras,
 disolviendo las páginas del pasado
y dando sus blancas alas
 a las vírgenes simientes
 de las eras.





El refugiado

Esse Imaginaria


Ángeles caídos, 
ángeles sin alas,
 miedo en la noche,
 manos sin nada.


Stefan Gessel


A la vista de todos, 
 transparente guadaña,
son pasto de lobos 
que muerden sin ganas.

Nadie los ha visto
nadie conoce sus casas
no duelen sus gritos
 ni la sangre que mana.

Muros de vergüenza
recorren las almas,
y las palabras vuelan huecas
sin verdades hiladas.

Nada es nada, 
cuando el frío hiela
 al ángel sin alas.

Nada es nada
cuando las palabras
podridas se preñan,
y el  hielo habla...


La luna es una mujer (8 de Marzo, día de la mujer)

Esse Imaginaria



La luna es una mujer entre las olas,
nadando va los resquicios de los cielos,
buscando un amor despojado de celos
 como hallada y perdida paloma.


Agniezska Lorek

Siempre a la vista ella, siempre sola,
dama del mundo, la noche y los besos,
dama de los infiernos y de los versos,
señora blanca de aroma a amapola.

Sin tu reflejo el mar y el poeta callan,
sin tu recuerdo la estrellas se agotan,
los niños al vientre de la madre abrazan...

Ya se mece la luna sobre su alfombra
al compás de los meses y las damas,
al son de los mares, peinando albas.


La serpiente del tiempo raptas

Esse Imaginaria


Y tú me muestras los tejados del cielo,
 y me susurras los secretos de los avernos
callando todas las palabras habidas, 
batiendo el viento indómito con tu silencio.



Stefan Gesell

Quiero ser yo la cazadora de tus sueños, 
y atrapar quiero tu aliento cuando 
 levita entre tus labios 
y mis labios inquietos.


 Porque no consigo temer al fin del mundo
 subida al dulce vuelo de tus alas,
 y contigo el orbe se hace lejano y pequeño,
insignificante e irreal cuento sin hadas.

Y tú me muestras los tejados del cielo,
 y me susurras los secretos de los avernos
usando palabras sin rimas, 
peinando indómito el callado viento.

Sumergida en la luz que te abraza, 
en el aire que arropa tu piel mojada,
 no hay mundo fuera,
 la serpiente del tiempo raptas.

La cálida bruma

Esse Imaginaria






Es en los abismos del alma
 que existo y existes, 
en los mundos insondables
 donde siento y donde sientes, 
donde te beso y me abrazas, 
donde se enredan nuestros
 brazos tan fuerte... 


Anna Ditmannn



Y en el vacío de los bosques quemados 
es donde las almas no mienten, 
sin ventanas abiertas y sin más paisaje
 que tus muros y mis paredes.

 Y es en el vacío de la inmensidad del cielo que no alumbra luna, en el de la mirada fallida y la caricia que se apresura, donde te encuentro jugando a escondidas con mis recuerdos olvidados, y donde apuntalas con tus espesos suspiros el mundo, como con su abrazo inmenso hace la cálida bruma...