Entrelazados






Se abre y se cierra indecisa 
la loca puerta del futuro
 y me hipnotizan insistentes
 los rastrojos del pasado. 


Casey Baugh

Se cierra la esperanza y se abre el llanto, 
fuente que por su nombre llama a lo perdido 
sobre la duna del tiempo acabado...

Y baten las ventanas y las contraventanas
bajo el influjo del huracán inmóvil de tus brazos;
quietos como mármol sobre el aliento  frágil 
 de un recuerdo, frío y amargo...

Vuelve a mi, hermoso cadáver asustado, 
y vuelvan tus vacías órbitas a habitarse
 de infantes miradas color cielo raso... 


Y aletéen de nuevo nuestras verdes esperanzas
 el aire de este amanecer vacío de vahos,
  túmulo de pretéritos pajarillos enamorados.

Hoy ya no es posible revivir tal gorrión, 
  cóncavo y hueco cascarón idolatrado...

Ya sólo es la caída libre 
de este futuro frío y vano, 
que no sabe de recuerdos,
 ni se afana en remontarlos.

  Amanecen albores rasos y desmemoriados, 
incapaces de evocar lo que de ti y de mi fuera ayer, 
y en su diario culmen no han de notar,
 que nuestros dedos los reciban
 ya por siempre entrelazados.