Al-Zahra, niña venganza



De gacela tu mirada,
y linda estrella, tu llegada;
el infierno sería no verte, 
ya eres el himno de mi alma.

Una sierra para tus ojos,
y mil almendros de flores blancas;
nieve cálida para tu risa
que hoy se apaga por honda falta.


"al-Zahra"
Obra de mi gran amiga y artista Olbia Lula





No hay tesoros, no hay palabras,
 no hay poderes ni plegarias,
 que sequen este paño inmenso
 donde guardas hoy tus lágrimas.

 Mas yo, alto califa del mundo,
 las recojo entre sollozos,
 desde el suelo ya caídas 
y derramadas.

Y lloras, mi niña, 
y gimes ante estos muros de oro,
 y estas fuentes de mercurio y plata;
ya nada prende la lumbre de tu sonrisa,
 que necesito, mi vida,
preso de ti, para no morir 
sobre mi almohada.

Temen mi mano pueblos y ejércitos,
se pliegan a mis plantas reyes y espadas,
mas no poseo regalos ni oros que a ti te sacien,
y mis tesoros y mis caricias, 
ya no son nada...

¡Y triste, triste tú te hayas! 
Y yo arranco por ti estos paisajes,
 doblego el curso de los ríos
 y hasta el mismo viento detengo
 frente a tu frágil estampa; 
pero nada puede hacer el rey del mundo
 por conseguir una sonrisa de su al-Zahra.


Resplandeciente ella fue regalo,
 para el califa que la asediaba,
secuestróle al instante cuerpo y alma;
y ya no fue más el rey, 
sino el esclavo de su esclava.

Esta sierra, para tus ojos,
y estos almendros de flores blancas;
nieve de verano para tu sonrisa,
que no se apague jamás por nada.




Con todo mi cariño y admiración por el trabajo de Olbia Lula, cuya al_Zahra, me sirve de inspiración para esta entrada.