Por la baranda del cielo
Todo va bien, los pájaros vuelan en lo alto, los muertos mueren a su hora, los besos caen como gotas de rocío maduro y bien templado...
Nada rompe el devenir de los sucesos tranquilos, no hay ruido que irrumpa ni temblor, ni suspiro que no sea el que el dulzor del sereno relente deja al caer su recuerdo en la tarde.
Agnieszka Lorek
La gente va y viene,
va y viene la gente y las nubes,
se mece el aire...
La paz nunca se cansa de abrazar mis brazos, mientras mis brazos inquietos buscan y buscan la caricia del abismo tras del tapiz del arte...
Tanta paz por paladear,
tan fácil, tan blanca,
tan si no la quieres ver,
distante...
Cerca, como los labios del beso,
como la flor de la belleza y la luz de tu mirada.
Tangente, como la sombra de la luz tamizada
y la expresión de amor de la secante callada.
Todo va bien,
los pájaros vuelan en lo alto,
los muertos mueren a su hora
y los besos caen como gotas
de rocío maduro, justo a tu lado.
Agnieszka Lorek
La gente va y viene,
va y viene la gente y las nubes,
se mece el aire...
La paz nunca se cansa de abrazar mis brazos, mientras mis brazos inquietos buscan y buscan la caricia del abismo tras del tapiz del arte...
Tanta paz por paladear,
tan fácil, tan blanca,
tan si no la quieres ver,
distante...
Cerca, como los labios del beso,
como la flor de la belleza y la luz de tu mirada.
Tangente, como la sombra de la luz tamizada
y la expresión de amor de la secante callada.
Todo va bien,
los pájaros vuelan en lo alto,
los muertos mueren a su hora
y los besos caen como gotas
de rocío maduro, justo a tu lado.