Los pájaros se enamoran, y no lo saben,
trinan, vuelan y todo lo invaden,
despeinando en sus requiebros locos,
de los floridos árboles las cabelleras.
Laura Sheridan
Mas desde tu ventana
Mas desde tu ventana
sólo se oyen puñales,
tus días con tus noches, tiemblan,
y tus principios endebles se tambalean,
buscando equilibrio en su romana
buscando equilibrio en su romana
que esquivo y se te hace brea.
Y más tarde que temprano
tus ojos reparan en el cielo azul
o en las aves que todo lo saben.
Y tu alma presa halla entonces su vela
en la copa alta de alguna nube canela,
que ligera acaricia el cielo,
señalando por ti el confín del viento,
donde se cierre por ti esta cancela.
Y hoy es la primaversa
la que nace y que espera;
la que muere y que empieza,
y que galopa dormida
sobre la estrecha dehesa.
Y se abren las flores y se cierran...
se prenden los cielos y se entreveran,
se desparraman los jazmines y se recolectan..
y los trigos y los cantos y los amores,
atienden y al tiempo nuevo, esperan.
Y la lucha sigue gruesa fuera,
y aquí dentro los necios muerden paredes
y los otros hierven versos
con añoranzas de paz y menta.
señalando por ti el confín del viento,
donde se cierre por ti esta cancela.
Y hoy es la primaversa
la que nace y que espera;
la que muere y que empieza,
y que galopa dormida
sobre la estrecha dehesa.
Y se abren las flores y se cierran...
se prenden los cielos y se entreveran,
se desparraman los jazmines y se recolectan..
y los trigos y los cantos y los amores,
atienden y al tiempo nuevo, esperan.
Y la lucha sigue gruesa fuera,
y aquí dentro los necios muerden paredes
y los otros hierven versos
con añoranzas de paz y menta.
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