Esse Imaginaria
En la plaza frente al Alcázar,
en la plaza junto a la Mezquita,
en la plaza que custodia el Custodio
sobre el puente y la corriente fría;
Allí quedaron las manos,
la manos heladas y sin vida
de esos amantes prohibidos,
unidos de por vida.
Wallada se llamaba ella, princesa mora y atrevida, que mostrando su rostro desafiante, desafió al sol, y amó muy de cerca a la luna y a las siete maravillas... Y habló sus letras erguidas y perfectas al viento que bordaba senderos entre los callejones de las almenas y las campanas vacías, siempre orgullosa e imprudente, sin mostrar respeto ni miedo ni alegría..
Desterrado él por amar la tan alta luna con los tan bajos ojos, nunca separáronse sus almas, nunca la luna y el hombre supieron cerrar sus amadas heridas, ni desatar quisieron sus desafiantes dedos de amantes locos y suicidas.
Está ella tan lejos
y tan sola...
y yo estoy tan sola
aquí y tan lejos
de sus auroras...
Foto de Diego casas Cazorla
y tan sola...
y yo estoy tan sola
aquí y tan lejos
de sus auroras...
Foto de Diego casas Cazorla
Sólo amanece en tus campos
de tan secas amapolas,
sólo amanece allá a lo lejos,
en tu lejanía, soledad tan honda...
Y desde aquí, tan lejos
no puedo ver tus altas torres hidalgas y rojas,
desde mi soledad ya sólo me alcanzan
sus tan largas sombras,
empequeñeciendo este fiero sol
que aquí me asombra...
Yo quiero tus patios pétreos,
de marmórea y blanca alfombra
y tus letras sabias y viejas
que danzan sobre la calima,
que danzan sobre la calima,
de tus cinco de la tarde,
cuando se narran las antiguas trovas.
Y mírame, mi calle estrecha y mora, mírame aquí tan sola en medio del mar inmenso y de las bravías olas. Yo quiero tu encierro cercano, tus paredes abiertas al sueño de cien mil auroras, quiero tus rejas contrahechas y tus manos amantes esperando por mi en la plaza... tan solas.
En la plaza frente al Alcázar,
en la plaza junto a la Mezquita,
en la plaza que custodia el Custodio
sobre el puente y la corriente fría;
Allí quedaron las manos,
la manos heladas y sin vida
de esos amantes prohibidos,
unidos de por vida.
Wallada se llamaba ella, princesa mora y atrevida, que mostrando su rostro desafiante, desafió al sol, y amó muy de cerca a la luna y a las siete maravillas... Y habló sus letras erguidas y perfectas al viento que bordaba senderos entre los callejones de las almenas y las campanas vacías, siempre orgullosa e imprudente, sin mostrar respeto ni miedo ni alegría..
Desterrado él por amar la tan alta luna con los tan bajos ojos, nunca separáronse sus almas, nunca la luna y el hombre supieron cerrar sus amadas heridas, ni desatar quisieron sus desafiantes dedos de amantes locos y suicidas.
Inscripción del monumento:
Ibn Zaydun
«Tu amor me ha hecho célebre entre la gente.
«Tu amor me ha hecho célebre entre la gente.
Por ti se preocupan mi corazón y pensamiento.
Cuando tú te ausentas nadie puede consolarme.
Y cuando llegas todo el mundo está presente»
Wallada
«Tengo celos de mis ojos, de mí toda,
«Tengo celos de mis ojos, de mí toda,
de ti mismo, de tu tiempo y lugar.
Aún grabado tú en mis pupilas,
mis celos nunca cesarán...»
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encantaría ver tus comentarios, pero la desaparición de G+ hizo que esta opción no sirva de nada, desapareciendo los ya existentes y haciendo que los nuevos nunca se hagan visibles. Gracias