No hay más remedio, hoy tenía que hablar de ti.... si, tu, esa rueda verde que todo lo mueve, que se lleva las nubes más negras e ilumina los recodos más huecos.
... Si de ti, que planeas callada y serena sobre las más rudas tormentas aguardando paciente tu momento.....ese que siempre llega, el que se lleva las riñas y devuelve tesoros de preciosas y verdes esmeraldas, el que se lleva el tenebroso rencor y te baña del intenso verdor de su nombre de amante.....esperanza.....la que nunca se pierde la impertérrita que pese a todo permanece ahí, mirándote, mimándote....besando tus tormentos.
Estás en el dolor, en el fango, en la sangre, en los ojos apagados de abandono, en las manos temblorosas del cobarde....tu te hallas acariciando todos los valles que rebosan de todas las lágrimas del mundo, tu estás en el suspiro del moribundo que estertora, en el velo de sus ojos impares....
Ahí te mueves como alas al viento de la aurora, abanicando dolores, soplando pesares, besando abandonos que se abren para soñar caricias, reencuentros, vida y hambre...
Y el sueño de la esperanza se hace vida palpable, tocable, vivible....amable...
Y la vida que de ti mana es agua recién nacida del desierto de la rutina, del temblor del cobarde, del postrero suspiro que fulmina. En la boca del que yace tu eres la luz del non plus, el reflejo de un espejo frente al sol ....de tu semblante.
Y refleja la única luz en el orbe capaz de penetrar los ojos del alma, de traspasar las fronteras de lo palpable.