Soy lo que me hiciste sentir










Canción del jinete

Córdoba, 
lejana y sola.

Jaca negra, luna grande 
y aceitunas en mi alforja.
Aunque sepa los caminos
yo nunca llegaré a Córdoba

Por el llano, por el viento,
jaca negra, luna roja.
La muerte me está mirando
desde las torres de Córdoba.

¡Ay, qué camino tan largo!
¡Ay, mi jaca valerosa!
¡Ay que la muerte me espera,
antes de llagar a Córdoba!

Córdoba, lejana y sola.

(Federico García Lorca)




Así como difuminada y vieja veo ahora mi tierra, esa madre envolvente que forjó mi ser al mismo tiempo que la mujer que me trajo a la vida. Así, lejana y sola como cantaba Lorca....sumergida en ese embrujo de negra noche y luna llena, de calladas plazas, de olor a pan recién horneado y a azahar que transporta y da hambre, hambre de volar entre piedras viejas, estatuas de sabios y arcos de medio punto policromados.



Cuando vivía mecida entre sus pétreos brazos, besada por sus luces negras... ya entonces noté su ausencia. Cuando acariciaba con temblorosas manos sus veinte siglos de torturadas piedras, que forjaron sus gentes a golpe de flores y de letras.....ya entonces vaticinaba el dolor de su ausencia. 
¿Qué sería de mi, lejos de mi tierra? Nunca me iría de allí, jamás renunciaría a sus grietas...Pero el tiempo habló por  mi, dejé lejos sus calles estrechas,  repletas de llantos eternos por un sol castigado al destierro de sus cales perfectas.



Y ella se quedó allí, como genio de aire en el blando suelo atrapado, no vino por mi, jamás me visitó más que en mis sueños dorados, para recordarme que muero lejos sin sus sombras oscuras y que mi alma se apartó de mi cuerpo por haberla abandonado.





Soy lo que me hiciste sentir,
 siento lo que me has enseñado,
 vivo lejos de mi, 
y muero porque me has olvidado.