Cascadas de luces muertas








El vivir es un reto, un reto a muerte. No se hacen prisioneros.....Transcurrir la vida es aprender a morir con dignidad , transcurrirla es aprenderla para olvidarla, acariciarla para claudicarla, apacentar el alma para conocerla..... antes de abandonarla.....









A lo largo del camino avanzamos en el tiempo,  la carne crece, se fortalece, debilita y muere.....hagamos lo que hagamos, consigamos reflejos de felicidad o sólo algo de egocéntrica servidumbre, hay una única meta....... todos nos dirigimos al mismo sitio vehementemente.





Y caminado el polvo de la vereda de recodos desconocidos y ausentes, recogemos trozos de las pequeñas cosas que encontramos esparcidas....consejos, amores perdidos, piedras preciosas, oro, plata, sobras, decepciones, miedos...muchos miedos amontonados unos sobre otros como demonios secretos, escondidos y amamantados.....para alcanzado el final, abandonarlos a sus suerte, marcharnos solos, vacíos, desnudos, sin más compañía que nuestro corazón caduco lleno de cosas, vacío de gente.


Claro como el día entonces el error cometido, claro como el sol en la mañana el trabajo desperdiciado, volver atrás no es posible y arrepentirse ....el último trago.



Y sueño la vida y sueño la muerte, vivo durmiendo asomada a tu frente, asomada al reflejo furtivo e inquieto de la luz del día en la pared, imaginando carreras de nubes perdidas de amor, imaginando cascadas de luces muertas, apagadas, negras, inexistentes...