La sal de la mañana...




Cae la sal de la mañana
bordeando nubes, bordeando albas,
cae la sal de la mañana
al filo de tus labios, de madrugada...



Y el día se hace en tu rostro divino, pleno de rasgos que son vida, pleno de delicadas caricias derramadas por tus hombros...
como vino. 
Y canta tu gesto dormido el ayer acabado aunque aún tatuado en tus pupilas, tras tus amados ojos que son míos....

Y hoy cae la sal de la mañana
rendida frente a tu amado antojo,
prenda prendida a tu fría mirada
prenda de vida... luz de oro.

Cae la liviana luz enamorada
de tus blancas risas y tus ojos,
aprisionada frente a tu estampa,
frente a tu aliento que es su tesoro.

Y la loca mañana te desea,
no sabe, pobre criatura alada
que mis negros ojos son tu senda.

!Pobre criatura enamorada!
no sabe que respiras mi aliento,
 que sólo mi rumbo tu morada.