Me apetece

El prado de Proserpina


Hoy me apetece vivir
y no me apetece morir...

No quiero seguir muriendo hoy
 ese poquito que se queda de la vida cada día,
en los resquicios de tus pasillos 
o en la comisura de mis labios.

Hoy quiero nacer, 
quiero ser y ser quiero un poco más, 
volar quiero y crecer; 
hoy, vida, quiero creer y gestar, 
hacer planes, reír, 
y quiero llorar...


Agniezka Lorek


Amanece y las sábanas queman, amanece y el alba llama, el horizonte se incendia, amanece, amanece y la sangre brama.

Cien besos que rebosan mis labios, 
mil te quiero derramados; nunca desperdiciados, rocío, simiente, ilusiones, 
y ojos magos...

La vida se desparrama por el paisaje, 
con pares y pares de brazos que abrazan, 
el sol refleja el recuerdo 
de las estrellas sobre la fuente clara, 
sobre la charca inmensa de tus ojos claros...

Colgada del cielo

El prado de Proserpina



Incertidumbre, 
camino partido, camino robado...
Meta en el cielo, 
destino olvidado...


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No sé qué hacer si no me acompañas, 
no sé qué debo hacer si no me nombras,
 tú que diriges los sueños, 
olvidaste el mío que no tiene sombra.

¿Qué he de hacer en la soledad de la noche 
si no discurres mis paisajes?
 ¿Qué he de hacer si no te paseas por mis sueños, 
si ya no amainas mis pesares?

Qué, luna redonda, 
burbuja bella del silencio...
 ¿qué será del principio y del fin
 si no puedo alzar el pensamiento
 y verte a ti existir, 
colgadita del cielo...?



Al sur del sur

Esse Imaginaria




Calienta el sol, 
calienta el cielo.

 Templa el son, 
tiembla el sueño.

 Surge el verso, 
dulce surge,
 viene desde el sur de puntillas
 y en silencio...

Quieta la calima, se extiende lasciva por los sueños y embriaga el alma de esa guitarra, poseyendo todos los besos de los amantes más ebrios...
Y a la sombra del sur,
 el zumo de ese alma se esconde
 en el suelo de un patio
 regado de azahares borrachos de pecados,
 a media noche...



George Owen


Llevo tus colores en la cara, 
no llevo otros. 
Llevo tus rasgos, tus defectos, 
tus recuerdos y mil espadas, 
dibujandos en mi piel tus peleas y tus besos, 
tus ilusiones castradas, tus triunfos
 y cada surco de tus lágrimas.

 Eres mi sol y mi desierto,
 mi sentir y mi desprecio, 
tus te quieros, mis silencios, 
tu eres más y mucho menos.


Al sur del sur

Esse Imaginaria




Calienta el sol, 
calienta el cielo.

 Templa el son, 
tiembla el sueño.

 Surge el verso, 
dulce surge,
 viene desde sur de puntillas
 y en silencio...

Quieta la calima, se extiende lasciva por los sueños y embriaga el alma de esa guitarra, poseyendo todos los besos de los amantes más ebrios...
Y la sombra del sur,
 el zumo de ese alma se esconde
 en el suelo de un patio
 regado de azahares borrachos de pecados,
 y a media noche...



George Owen


Llevo tus colores en la cara, 
no llevo otros. 
Llevo tus rasgos, tus defectos, 
tus recuerdos y mil espadas, 
dibujados en mi piel tus peleas y tus besos, 
tus ilusiones castradas, tus triunfos
 y cada surco de tus deseos.

 Eres mi sol y mi desierto,
 mi sentir y mi desprecio, 
tus te quiero, mis silencios, 
tu eres más, mucho más
 y mucho menos.

Luna

Esse Imaginaria




Nada me queda
 sino el nacarado susurro 
de la siempre nombrada.

Idrassi Soufiane

 Nada me queda 
en medio de la densa oscuridad 
libre y forzada...

 Nada me resta 
tras el apabullo del intangible día,
 nada necesito... 

sino el baño fresco de su luz 
tan tenue y tan callada... 

sino el canto sobrenatural de su esfera 
sobre el viento de las eras, 
y su discurrir cíclico y mágico
 sobre las nubes de tu espera...


Quiero quererte

Esse Imaginaria



Quiero leerte un verso
 a viva voz,
 como un te quiero,
 como un beso...


Gabriel Moreno Nogal


Quiero escribirte,
y dibujarte quiero, 
contornear tu sombra callada y triste,
 saborear tu alma noble, 
quiero mimarte...

Quisiera volar sobre tus altos sueños 
cazarlos uno a uno con mi arco,
 atravesarlos de una mirada primero, 
y vencidos, rendidos y dóciles,
 entregártelos luego.

 Y quisiera encontrar 
tus puntiagudas penas, 
engarzadas en las esquinas cóncavas 
de tu entregado duermevela, 
diluirlas poco a poco y con paciencia 
en blanca sal azucarada y canela. 

Bucear tus miedos quiero,
 hondos y negros, escondidos, 
nunca hallados,
 y ninguneados como insectos... 

Saberlos y conocerte y conocerme, 
bordarte un sudario de placeres
y de vainicas un rosario; 
Quisiera cantarte 
la serenata silenciosa de mis besos,
y bajito y claro,
 como la luna sobre el sembrado,
 quiero quererte
como a un jilguero...

Me reinventas...

Esse Imaginaria



Se acerca pensativa el alba,
asoma su secreto futuro por mi ventana,
 llamando a las luces dormidas de mi alma
con su sorpresa eterna,
y su futuro colmado de mañanas.

BeautifulBurden
© Jennifer Healy


Se acerca llamando fuerte
 a las puertas de mis párpados pesados y sin ganas...
No me necesitas, amanecer dorado,
pero requieres mis ojos torpes
 para verter sobre ellos los vírgenes brotes
 de tus recién nacidos rayos
de cálido oro 
y frío nácar.

Y me inventas y te reinventas,
ciclo a ciclo redibujado...
Y cada día llamas a mis puertas
 con tu sin fin dorado,
con tus reflejos amarillos,
 con tu mar enamorado,
 y tus nubes rosas y azules
que prenden en llamas
las mojadas almohadas del pasado.

Vuelo concéntrico

Esse Imaginaria


Quiero ser tú y tus pensamientos, 
quiero saberte.
 Quiero tu mirada en mis ojos nadando,
 quiero tu mente,
 y tus manos sobre mis manos las quiero, 
poseerme. 
Quiero tu alma, mi amo, mi mago, 
yo te quiero ámbar y verde...



Y tu sombra, cuando vuelas alto, 
sobre la luna, sobre las lomas, 
profundas del ocaso,
para venir a verme.

Poderoso vuelo concéntrico, sobre mi mente,
deliciosa brisa, dominando el viento,
no hay albas, ni las quiero,
quiero noche oscura y caliente...

Mal amor

Esse Imaginaria





Patrycja Pustkowiak



Cada vez que me miras
algo muere en mi,
la esperanza, el verde de mis brotes,
la luz de la mañana, el vivir...
Cuando me miras
la hierba desaparece
la luz del alba se ennegrece,
y mi corazón detiene su latir.





Luna afrutada

Esse Imaginaria


Viene la luna, 
alta y redonda, 
a traer a mi ventana
 tus ojos ausentes, 
tus manos blancas.


Amandine Van-Ray



 Viene la luna, 
subida a los cielos rasos, 
viene cargada de sueños nuevos
  de viejos milagros.

 Con tus ojos me mira,
 con tu voz me habla,
 no importan las ausencias sin vida, 
colgada a su esfera,
 burbuja de plata... 

No hay distancias, 
la reina del cielo las rompe, 
serena, móvil e inmóvil, 
meiga que aniquila el tiempo, 
el olvido y los rencores.

Vino esta noche
 con su vestido ámbar, 
dulce y amarga, 
perfecta bailarina del silencio y del tiempo,
 sultana callada de dulzura afrutada 
y secretos amores.

Trae para mi su alforja de sueños, reconfortantes caricias invisibles que tras mis párpados inventan el cielo. Y baja poco a poco y suavemente su esfera mágica sobre las mágicas aguas, y se refleja y me seduce como bruja dorada, corazón de plata...Y al fin besa el mar en un beso infinito de trascendente paz, y se hace el alba, vástago cíclico y por siempre recién nacido de su mágica coreografía de cristal.

Sospechas

Esse Imaginaria



Dejaría de elucubrar si el mundo se parase, acaso mi mente se quedase en blanco, acaso se nublase, pero el mundo gira y la mente vuela, y los problemas pululan y las sospechas, brujas ellas siempre, siempre sospechan.

Stefan Gesel

Tristeza, aburrimiento, apatía.. ¿acaso existe eso si no es en un cuadro pintado con desgana o en un mal verso? ¿acaso es posible no hacer nada cuando la nada misma ya es cóncavo y oscuro suceso?

Cada día la gravedad precipita una vencida legión de lágrimas sobre el suelo, cada vez que alguien calla, cada vez que se levanta en armas el estrepitoso silencio...

Cada día, entre el fango y el frío se debaten aquellos refugiados, porque no terminan de tener el refugio que les nombra, callados, hundidos, escondidos de la vista para que sus estampas no estorben la conciencia de hielo del iceberg maldito de la raza hombre...

¿Dónde están escondidos, dónde los ancianos enfermos y cansados, dónde los niños que no encuentran  techo, dónde que ni tan siquiera se oyen sus lágrimas caer cada mañana en escandaloso silencio??

Lloran callados, mueren con miedo, aplastados por el olvido y la incongruencia de llamarse refugiados sin haber hallado suelo.

¿Dónde están las almas, dónde están los cuerpos? sé que un día su polvo postrero encontrarse podrá con el mío, en el caprichoso remolino del viento...

Dejaría de elucubrar si el mundo se parase, acaso mi mente se quedase en blanco, acaso se nublase, pero el mundo gira y la mente vuela, y los problemas pululan y las sospechas, brujas ellas siempre, siempre sospechan.





Los perros

Esse Imaginaria



Del recuerdo, señor, de aquel verde
nace el suspiro de amor y amarillo,
que en la distancia es cálido y sencillo
 tal rostro que de antaño vino a verme.

Aquel prado, ya conmigo por siempre
con sus miles de flores, con su trigo,
sus perros rabiosos en el cortijo,
el padre bueno, y mi miedo imberbe.

En la lejanía, nubes bajas,
 y perros rabiosos que las muerden
bebiendo el dulce agua que de ellas mana.

Aullando tras las espigas altas
perros negros se acercan como gente,
esos perros que en mis sueños duermen.




Idrassi Soufiane


Y duermen agazapados, 
con un ojo abierto y el otro cerrado,
 espiando mis movimientos 
entre las espigas del trigo,
 los perros invisibles y negros
 como grajos... 

Y como gente, 
acechan para traer mi perdición
 con uñas y con dientes.

 Como gente, 
persiguen mis soledades, 
como gente que atisba mis lejanías,
 mis pasados y mis presentes...

 Veloces y negros, 
los insistentes perros 
 galopan agazapados en la franja estrecha
 que hay entre las nubes bajas y negras
 y las margaritas indecisas y contrahechas 
 que asustadas no los detienen. 

¡Corre, corre, 
corre a casa, corre lejos!

Pero el campo verde 
se nubla y es inmenso, 
y los alientos caninos
 ya mojan mis sienes.

Y atrás miro sin respiración, 
ahí están, corren, vuelan,
 pierdo el equilibrio y
ahora se ven tan altos...

Acercan sus muecas delgadas, 
siempre en manadas negras y densas...

Me levanto con la esperanza extinguida
 y erguida los veo llegar 
y cobardes como gente se agazapan
 presas del miedo...

Temen los demonios al cordero,
 ahora temen si los miro, 
temen si los nombro
 y uno por uno
  mastica el depredador
 el miedo manso del cordero...

El libro

Esse Imaginaria



Sobre la mesa, un libro negro y grueso,
en el pensamiento, el recuerdo aquel,
impenitente martillo sin cincel
que a descifrar invita tal que un beso.

Stefan Gesell

Aquel suceso se diluyó al aire
se le clavó en el alma, se le tatuó,
en las manos y en la piel, en la expresión,
dejando sólo aquel libro de nadie...

Si me amas, vida mía, yo volveré.
Si no me amas, no lo dudes, mi vida,
nunca se cruzarán tu alma y la mía
ni leeremos los versos que te entregué.


El amor

Esse Imaginaria

Amor, la palabra que no es palabra...

La más vendida...
la más comprada, 
la más mentida y aunque 
 verdadera o falsa,
incombustible consumada...


Matías Sterner


Amor en el viento hay
 y en el llanto.
 Amor en los ojos 
y en las manos. 
Amor en los burdeles,
 traicionado...
 En las manos de la madre es 
y aún en las del hijo abandonado...

Dios del hombre, 
y del mismo hombre diablo...

Amor perdido, 
amor buscado, 
inventado, mal dibujado,
 y detestado...

Y los poetas... 
los poetas riman besos sin cesar... 

Riman sueños, besan cielos, 
abrazan silencios que rezan letanías 
de amores de mil colores 
sin solución de continuidad,
curtidos de cien sabores
 y sinsabores.

Pero siempre fueron los cariños pequeñitos los más claros, 
mientras que en las cavernas más oscuras reptan húmedos y lentos los amores que enlazan los cuerpos,
 los de todos soñados.

Amor, 
el que se encuentra sin haber buscado, 
que se pierde si perseguido, 
tal colibrí de capricho encaprichado
que cultiva el candor.


Ksenia Muza



 Dulce hiel,
 escasa ambrosía,
 ego entregado
ser del revés.



Escribiendo...

Esse Imaginaria



Necesito un lugar oscuro para entender la luz; un papel en blanco para comprender las palabras, tu mirada para deleitarme en tu ausencia y tu ausencia sin sombra necesito para conocer tu ser tal como se conoce la vida sobre el revoloteo de unos pájaros en la mañana, tal como se aprecia la muerte cuando es cálida y necesaria...


A. M. Lorek

Y ese papel cuando está vacío se me ofrece como un vergel fresco y verde, repleto de flores blancas y animalillos que corretean sin orden aparente, inmersos en la absoluta armonía del caos que me reclama. 

Un sueño... Cuando despierte de este sueño quizá haya algo, quizá no haya nada... ¿Cuando despierte es posible que exista algo de lo que he soñado??
Paso la vida durmiendo y escribiendo sobre las nubes... Al fin mi existir es realmente un sueño, coronado de una alta luna, coronado de estrellas, tangente de los cantares limpios de la fuente clara que para mi sola entona cercanas, inquietantes y hermosas serenatas nocturnas que alumbran el camino de mis zigzagueantes  ilusiones casi, casi abandonadas.
A veces, subida en alguna de estas oníricas ilusiones creo estar viva, ¡y sé que lo estoy...!!! pero pronto tomo conciencia de mi inconsciencia y de la inconsistencia de tales espejismos; entonces es cuando la luna me mira como de soslayo, entre burlona y confidente, y se ríe con su sonrisa inclinada sobre el azul oscuro casi negro del anverso de mis párpados nublados e inquietos.

Al fin la vida para mi es un sueño encadenado a otros sueños más pequeños, una sucesión de intentos y de esperanzas, de fuerzas sobrehumanas empleadas en encender las ascuas agonizantes de mis deseos. Al fin pasaré la vida en cualquier lecho de flores secas, soñando un mundo casi real, dibujando en mis lienzos rostros casi vivos que gesticulan intrincadas emociones, como un gepetto.


Esperanza

Esse Imaginaria





Hoy lloras, amiga...

 El manto de la ausencia te arropa impenitente 
y la falta te sobra constantemente,
 escanciando las horas y el aire de tu boca, 
y los recuerdos de risas y lágrimas se encienden,
 apagando muy poco a poco los rescoldos
 de tu corazón penitente.

 Hoy lloras la falta,
 hoy el recuerdo es tu exceso
 y apenas pruebas el presente.


AM Lorek


Ausencias presentes, brazos que no abrazan, manos laxas y frías, que no ausentes...

No temas, niña, porque el dolor es un trago amargo que la garganta al fin trasciende, y se apaga sin quererlo y sin no quererlo; el dolor se apaga imperceptible como la vela y la risa, como el sol cada tarde, como la vida que se retira mansa cuando se acerca la muerte.

El camino de la vida es como una vereda que se hace en presencia de la muerte, lleno de amaneceres y de ocasos, galardonado de lágrimas y de abrazos, de flores que nacen y que perecen.

Camina pues tu camino, mi niña y no te espantes de la muerte, que dulce compañera se torna cuando la estimas y la comprendes, cuando al fin miras a las rimas de sus ojos que aunque asonantes, no mienten.

El daño está hecho 
y la ausencia duele. 
El camino sigue,
 el recuerdo se aviva, 
y el dolor se diluye en el paisaje 
color dorado y verde;

 Y el dolor se pierde,
en el poderoso paisaje de la vida
  que no teme a la muerte,
y que sigue su camino
amamantando un futuro
color dorado y verde.

Con todo mi cariño, para mi apreciada N. C. B. en estos duros momentos.


Muros de arena...

Esse Imaginaria



Como un diablo me hablas,
 como el leviatán y su cercano eco, 
y como a la maldad misma atiendo
a tu boca osada, serpiente de plata. 


Yeny K.




Como el ocaso oscuro, sigiloso marchas,
 entre los rojos lamentos del día herido de muerte, 
despedida eterna, tal ocaso el adiós mismo muerdes 
y mi anochecer de azahar, injusto raptas.

Y regresas, samael, 
como el reincidente deseo regresa una vez colmado,
 cargado de rabia por la contemplación
 de la honesta ignorancia del mundo
 desconociendo tu corazón impuro y desechado.

Mas yo te acojo, mi amado bael,
 y beso tus ojos profundos y oscuros
 con los labios de mirada arriesgada
 despeñada en los tuyos... 

Sé que en tus brazos estoy segura,
 ya sólo las ascuas del averno me deslumbran,
 porque derruir no sabes mis muros de arena,
 cal y arcilla muda.

Guerra en tus pupilas, 
contienda en tu mirada, 
la sangre pugna en tus venas 
por ver la del mundo entera
 derramada... 

Mi astarot incauto, 
de nuevo hoy yerras; 
engendro inmundo y bello, 
hoy amas. 
No hubo noche sin su alba bella,
 ni existe guerra sin baldía derrota, 
cansada y lenta.

La pereza

Esse Imaginaria


¿Qué será de los amaneceres 
cuando no pueda verlos...?? 
Sin mis ojos escrutadores y tercos,
 sin mis sueños volátiles
 sobre sus brumas bellas pasajeros...
y sin mis lágrimas que sin límite son, 
los caprichosos crisoles que estorbando
 me devuelven al ras del sueño???

Miho Hirano

¿Acaso ellos me echen de menos, 
tan grandes e imperturbables, 
tan perturbadores y eternos...???

Una mirada más, un sueño menos, 
un despertar al alba que se retrasa, 
un ángel que trasnocha 
 en lo  profundo del plácido suelo...

 Acaso por ni nombre me llame, 
acaso ya no me recuerde, 
haciendo y deshaciendo mil cosquillas 
bajo los brazos abiertos de los horizontes...

No, los amaneceres no tienen memoria, 
sólo nacen y nacen y siguen naciendo,
 sin reparar en los pájaros ni en sus vuelos
 y sin notar el insistente retraso
 de los perezosos dormilones 
que entre sus lisas sábanas
 atrapa el sueño...

El olivo y la fuente

Esse Imaginaria







Esta noche las estrellas se precipitan 
en loca carrera sobre tus aguas,
 mágica fuente de piedra,
 embrujada y encaprichada  
del eco rotundo sobre la yedra.

 Y es la fuente 
a la sombra del olivo centenario 
 que por siempre y siempre vela, 
y que amorosamente reflejado 
sus aguas frescas y verdes
 en la frente besa...

Esta noche el cielo se oscurece y mece 
todas sus luces pequeñitas que se esconden,
 y bajo la seda de las aguas de tranquilos sones,  
entretenidas nadan y bucean como peces.

Y esta noche las estrellas de la fuente
titilando gustan de jugar con las hojas
 y los frutos jugosos que precipitados  
desde el enamorado olivo se presten. 

Noche verde, 
luna ambar,
 agua clara, 
olivo y fuente...





La palabra

Esse Imaginaria



Paseaba la oscura realidad 
los prosaicos pasillos de mi alma,
 lamiendo sus paredes.

 Paseaba la obtusa verdad 
los ciclos finitos de la vida,
 que burlona se asoma 
 al precipicio de la partida 
y la muerte. 

Y paseando fortuitamente y de repente,
 un reflejo casi transparente 
distrajo mi rutina apática y perezosa
 del gris oscuro proceder de mis pensamientos lentos,
 disponiendo lo qué sería si...


Agnieszka lorek

No siendo lo que soy, yo hubiera nacido palabra...
Quizá mejor me hubiera ido si en vez de alma y carne hubiera sido tinta malva, 
una tinta cualquiera tatuada sobre el dócil blanco, 
cualquier sucesión de signos hubiera sido buen destino, 
deseable... 

Paloma, nube, flor, hierba,  
risa, llanto, agua, nada...
 Melodía, beso, riña, incluso queja vana.
 Amor, cansancio, ilusión 
o un sueño cualquiera, pero insobornable...

Hubiera querido ser palabra si la palabra quisiera, 
aunque no me gustaría ser guerra.

No me importaría ser muerte, 
porque a su hora la muerte es tantas veces deseable, 
como el llanto y las lágrimas lo son,
 siempre tan injustamente temidas e indispensables...

Si el destino me dejase,
 quisiera transformarme en palabras
 tal que viento o tarde de verano; 
igual mañana clara o noche cerrada, 
pero nunca nunca querría ser palabra
 cuando la palabra mata.

Quisiera ser como ese azahar
 que nace temprano bajo el cielo azul 
de la primavera, aunque a la tarde
 bien temprano se desvanezca.

Quisiera ser querer, 
quisiera ser sierra, 
quisiera ser quisiera. 

Yo quisiera ser pasado 
pero nunca sería futuro
cuando es futuro olvidado.

Yo quiero ser el aire libre del olivar,  y el viento bajo las alas de un gorrión color gris amable, y quiero ser luna escondida tras la torre vieja.  El vuelo de la capa oscura quiero, o el fugaz recuerdo del anciano que en la comisura del entendimiento se rompe como el cristal. Yo prefiero ser libertad y agua de la fuente, y quiero ser palabra cuando tiene escondida mi pequeñita ilusión y despreocupada vuela. 

Lágrima seca

Esse Imaginaria




Ya no quiero ser nada,
 el futuro se ha acabado, 
consumidos todos los sueños
 en la comisura unos labios;
 en la fría sonrisa de la luna, tan inmensa... 
o en el monocorde tono de su serenata bella.

Agniezsca Lorek


Acaso quiero ser sombra,
 acaso suspiro cansado,
 podría incluso ser pétalo caído 
de alguna flor serena...

 Si algún dios me mirase, 
podría ser ese recuerdo borrado
 sobre una lápida partida y negra, 
en medio del inmenso camposanto 
del olvido y la indiferencia...

Si pudiera elegir, elegiría
 ser viento poderoso 
sobre las caras de los ciegos
 cuando pasean. 

Quisiera ser la sombra lenta
 de un relámpago, 
el recuerdo de un beso 
sobre los labios castos, 
aquel llanto consolado
 o esta lágrima seca.

Ocaso

Esse Imaginaria



Nunca supe de qué está hecho el tiempo, ni la distancia, qué materia sostiene los recuerdos... Acaso sepa algún día, cuando el tiempo desaparezca tras el último segundo, cuando la distancia se extinga produciéndose en su ausencia el abrazo eterno, y cuando la memoria se disipe tras el último recuerdo...

Amelia Fletcher


Acaso entonces, perdida la mirada en el vacío y las manos frías y sin dueño, ese día en que sólo aparente una cáscara vacía en el suelo, acaso entonces sepa de qué están hechos cada uno de los misterios...
Amores lejanos, ya no más tras tanto y tanto tiempo, ya sólo tiempo y tiempo desorientado y disueltos en el café de la mañana todos mis recuerdos.

Ojos leves

Esse Imaginaria




El retrato de una soledad
en tus ojos entornados y  leves se pincela, 
ensimismados, secuestrados, acorazados, 
expuestos al frío y a la intemperie...

 Pocos años, mucho temes, 
tu poca vida, mucho hiere..
No temas, niño, no temas, muerde, 
no temas al miedo ni al fracaso 
que son afilados y duros tus dientes. 


yana shmaylova


Roza el halo de la luna con tus sueños
 suaves y de nieve, 
arrastra el vientre sin miedo
 sobre el suelo empedrado que no te detiene... 

Dura lid, dura la almohada, 
afilados los besos falsos de esas muchas gentes,
 pero no olvides, niño, no olvides
 que el sol sale cada mañana limpiando las pasadas hieles,
 que alumbrando sale el sol los caminos, 
templando las temblorosas pieles.

 No olvides, mi vida, no olvides nunca, 
que es cálido el abrazo del amigo entregado 
y dulce la sonrisa del que te quiere.

No temas al sol ni a la luna, 
no al enemigo sincero ni al amigo falso, 
no temas el dolor, brujo agudo que siempre pasa,
 ni del hipócrita el vil engaño.
 No temas, porque el sol sale cada mañana
 fiel sobre las legiones de insistentes nubes negras, 
y templa tu sonrisa, mi niño, 
templa tu mirada con fuerza, 
y cómete el mundo con tu hambre,
 que tuya es la vida entera.