Se hace nieve...

Esse Imaginaria



Entre las ramas de los árboles latían
ya inertes tus te quieros cansados,
 colgaban como suspiros ahogados,
 en la oquedad de la masía... 

 Tal como desvencijadas góndolas 
cuando las secuestra la corriente umbría. 


Cadeography

Y por un segundo son,
 como entonces fueron tus sienes,
 presas del arrojo,
 prisioneras de mis mieses.

Y por un momento, vuelves...
 por un instante, me prendes, 
y por un reflejo engañoso
 del sol en mi ventana
 el tiempo se detiene.

 Y helado como estatua marmórea,
que se tatúa en el aire inconsistente,
 crees en ti mismo y permaneces...

Y tallado en mi piel te haces eterno,
tal como mi huella en tu sien
 se hace nieve

Luna

DesVerseando



Una esfera, una y sólo una reina en la noche... 
Una que se abre misteriosa y sonríe, 
que se parte exponiendo su porte,
 que se esconde tras las nubes envidiosas
 que el frío de su estampa no abrigan...

Camila Berenice

 Y me marcho y te miro y conmigo caminas, 
y me detengo y tus ojos cromados, 
en los míos hierven su almíbar,
espesado con tu sal y mi sangre, 
 y con el azúcar que el viento acaricia...

Y el manto negro oscuro de la noche apagar tus bienes no podía, ni las estrellas titilar tan fuerte que estorbar pudieran tu elegante luz dormida, ni los sueños pudieron con sus gruesos párpados apartar tu imagen de ninguna pupila, porque tú eres el sueño del ángel y del diablo, de la mujer que recorre tus fases y del hombre que las camina.

No parecen

Esse Imaginaria




Mariska Karto


No parecen mis ojos merecerte, 
mis ojos merecerte, 
no parecen tus besos rondar mi calle, 
no parecen, 
no parecen tu sobrevuelos 
sobrevolar mi talle,  
circundar mi casa,
 abrazar mis sueños...

Hacia mis torres no parece
 cabalgar tu corcel rebelde,
 no parece,
y se te lleva el viento traidor,
a los mares, a sus adentros,  
y te aleja de mis breves calles,
 y desde mis patios umbríos y en flor,
no puedo verte...

Venir a verme
no te deja la distancia de tus sueños,
no parecen consentir los cielos
 que tú y yo hilemos nuestro amor, 
no parecen.

Y tus besos y los míos
y tu boca y mis ojos
ya no prenden lazos
 y perecen... 
 No parecen.

La partida

Esse Imaginaria



Hay tantas cosas por hacer
 tantos días por vivir, 
tantas miradas por sostener...

Amaneceres desafiantes los hay,
y anocheceres apostados 
que esperan
 bajo el viento de mis alas,
abrigados.


Benja Art


Una noche y otra noche
me sobrevienen 
sin sus días...
y sobre mis sienes ellas vierten
noches y noches
 que camino 
día a día...
sin miedo y sin cuidado,
sin ninguna vela encendida.

 Y tú, luna negra y esquiva
en la honda sombra de mis pestañas 
te escondes dócil y cautiva,
enredando tu halo misterioso
 a mi mirada tranquila.


 Tantos motivos huidizos, 
tantos llantos motivados,
luces y sombras acunan
sueños dormidos y vanos.

Y este es el tren,
 esta la estación, 
el billete este es,
y tú, mi vida, eres tú...
 mi tentación.

Y se besan el miedo y la caricia,
 el destino y la partida,
 este es, cariño mío 
mi adiós...



El arpa...

Esse Imaginaria



El aire, tan espeso como la música,
  se colaba despacio y sereno 
entre las rejas de la ventana,
 bailando junto a las cuerdas cimbreantes
 de aquel arpa... 

El aire, apenas se recordaba a sí mismo, 
siendo ya música cálida y mansa, 
siendo llama en el hogar humeante, 
y aroma de amatista engarzada... 



Raeburn, Sir Henry : The Marchioness of Northampton, Playing a Harp, c.1820




El aire, 
clama ahora sereno 
jugando a tensarse con los silencios, 
con los recuerdos y con los cabellos de algún ser amante... 

Y ya no se aspira más su elemento,
 sino fábula dorada,
 que se cuelga del arco dorado
 que sostiene sus cuerdas mansas. 

Porque eres, arpa,
 el amor mío,
 y acaparas todas la claves del donaire 
cuando tocas tu canción, 
mi vida,
 la que respiro hondo y no olvido
la que escanciada se nubla 
para olvidarme...