Son las palabras reflejos reflejados en papeles perdidos... raídos y quemados. Son las palabras canciones olvidadas, maullidos de perros ladridos de gatos...Son mundos sin núcleo habitados por extraños, ideas, quehaceres...garabatos...
Flotan en sus mundos paralelos e ingratos, entre las sienes de los distraídos, en los labios de los descuidados, algunas tienen madre y padre, otras como estas son huérfanas o nacen de un infarto...
Algunas hacen daño, otras hasta hieren o quitan la vida de un plumazo, las hay que acarician y pintan mundos inexistentes que duran sólo un rato y las que muestran supuestas verdades empíricas y matemáticas tan insostenibles al fin como las elucubraciones de un ángel muerto y descabezado.
A veces es mejor callar, callar la boca, la mente y la mano...La mayor parte de las veces un silencio bien otorgado es la palabra más sublime, la que expresa la brisa de una calma embravecida sobre los corazones distorsionados...un silencio es un regalo cuando otra cosa sería mancharlo.
Es la palabra el vuelo de un pájaro dorado que se lleva trozos de tu alma al alma de quien está a tu lado, es una mano de azucena temprana que acaricia dulce en la mañana, es un te quiero, es un hacha...
Hay un mundo perdido y extraviado entre tu alma y la mía, ellas vuelan como palomas mensajeras y agotadas entre tu ventana y la mía, a veces mueren estrelladas contra las paredes y otras se acurrucan dulces y calladas, posadas sobre tus blancas palmas mis frías manos.
Un invento de los hombres que los ángeles no comprenden... Es la estructura que posee al corazón para enjaularlo y darle forma... y es el corazón que se revela de continuo traspasando sus dominios... dominando sus formas...
Imágenes de Oleg Duryagin