Mis ventanas





A empujones pequeñitos
 se me abalanza la dulce realidad;
 a bocaditos chiquitos de azúcar
 consumo el camino al andar, 
mientras la luna sube a su nube
 y mientras suave luego 
baja despacito de su tobogán...

 No hay prisa 
en las noches calmas,
  porque todo paño
 que cubra el cielo 
 tejido es de transparente
 hermosura y paz.


Andrey Belichenko y Masha Buhtiyarova





Entorna pues los postigos, 
que se nos viene encima la calma,
 y abre bien ancho tus ojos, mi niño,
 que alto y verde es el camino
 que de vuelta nos lleva a casa.

Vende baratas tus desgracias,
 que la risa que nace del llanto, 
cubrir sabe de tierno manto 
todos los valles de lágrimas. 


Entorna pues los párpados,
 en inclina tu mirada, 
que para ver el cielo mismo, 
son tus ojos mis ventanas.