Cada mañana

El prado de Proserpina



Los pájaros cantan y el sol invade oblicuo la estancia. Los jazmines embriagan con su canción de aromas tan densos como el poderoso hechizo del alba…
 El mundo queda lejos, la naturaleza manda…

The Lady of Shalott by Shanina Conway


La parra ya guarda celosa su paz sellada, 
sus frutos lentos y dorados y su sinuosa escalada, mientras que el sol lo atraviesa todo, 
primero lento y suave, luego con su manto inmisericorde que el rocío achicharra 
¿Pretende despertar mi alma...?

Los sueños uno a uno se han ido terminando,
amanece el día, se sublima el alba 
en rojo intenso y cálido naranja
 que atrae magnético el confuso llanto.

El lago canta muy suave
 una canción casi inaudible de ranas,
 un perro a lo lejos se despereza, 
y los gorriones se acicalan…

El río murmura su eterna canción, insistente, insistente, repetitiva, previsible, indescifrada y mansa…

El día se calienta, se enfría la piel del alma...

En la oscura noche llamé por su nombre a la luna que vino a verme a mi ventana, en la mañana lloro su ausencia con lágrimas que el sol calienta con su manto de gruesa lana; y me sonríe necio sin saber comprenderme, porque no entiende, este amante ciego, que mi pasión me espera impaciente como yo la anhelo, cada amanecer justo a su marcha.

Al ocaso la luna amante asomará de nuevo sus blancos cuernos tras de la parra, mecerá sigilosa mis sueños y raptará mi ser a su frío lecho de nácar… A la noche el rocío caerá sobre mis hojas ya casi quemadas, y les dará la vida del que cabalga más allá de las lomas color plata.
Brillantes y negras colinas conducen al cielo de los sueños sin alas, inmisericordes y candentes cordilleras me roban de ti, cada mañana.

Mi amor está oscuro, mi pasión muy clara, mi sueño duerme al fresco de la noche maga. 
Y vivo en las sombras, sueño despierto y camino cada día a desgana sin norte ni luz, mientras dura el inabarcable y tenebroso laberinto de lo cierto.


El gorrión

El prado de Proserpina


Como la marea la vida va y viene, y va y viene a mi ser, como la marea y su reina la sonrisa me visita y la sonrisa me deja, como la cadencia de tus pestañas y la de esa música lejana muy lejana que nunca me deja...

 Tal como el irregular brillo sobre las plumas de un gorrión que vuela indeciso al sol de la mañana, la alegría me inunda, la paz me llama, la añoranza me reclama y la tristeza exige poderosa su sitio en esta plaza.


[Artista no encontrado] Agradezco cualquier información


 Altas son mis murallas,
 como altas son mis penas 
mis piernas,
  y alta la mirada... 

Decrece el horizonte 
a cada latido de tu corazón
 lejano y de plata que me devuelve el eco misericordioso de esta montaña...

Gano y pierdo esta batalla, 
pierdes y ganas... 
A veces sonrío y me engaño 
a veces sonrío y me sincero 
frente al viento salvaje, 
frente al enemigo enano
 de corazón mecánico 
y de hierro.

Nunca lloro, 
la batalla no está acabada,
 mi rodilla no toca el suelo
 y loca se levanta mi mirada.


Y si hoy estoy vencida, mañana estaré sobre una loma lejana, mirando al mundo desde lejos, muy lejos, viéndome muy lejos de la gente ahogada, bebiendo a largos sorbos las nubes del cielo...

Y subiré ahora a mi montaña
 lejana, sureña, de rocas blancas,
 escarpadas y bellas. 

Subiré para no bajar más,
para respirar muy hondo
 y mis pulmones luego vaciar, 
contemplando enamorada el vuelo débil 
e indefinido de algún gorrión, 
de alguna hoja caída,
 de algún lucero...

 Y así podré yo misma 
y el mundo podrá gozar, 
viéndose al fin vacío 
de mi presencia.



El septimo imperio ingobernable

Esse Imaginaria


Imperio ingobernable,
de casa sin ventanas
ya no se ve el mañana,
ni verse pudo el ayer...


Zachary Bush


Imperio ingobernable
grande como el alba
que el miedo tapiara
de orgullo insobornable

Isla manca, isla verde
pasta la insulsa saña 
en su establo verde.

No mires fuera, vete
cabra encerrada, masca
la noble hiel comprada,
la alta cuna miente...

Y ahí  está la isla inservible
habitando el hondo margen
de la ribera del edén,
 rehuyendo lo intangible, 
asustada de nacer.

Gracias!!

El prado de Proserpina



Gracias...



Gracias a  la luz, a la luna, a la oscuridad más profunda...
Gracias a la caricia, al olvido gracias
Gracias a los amigos que no esperan nada
Gracias, gracias a mis hijos y a la esperanza!!!
Al amor, al silencio, al abrazo y a la soledad callada
¡Gracias al insulto!!
Al amigo, al amigo, gracias al amor profundo...
Gracias está vacío: siete letras, una palabra.
Nada, gracias es nada
Pero gracias, mundo alto y profundo, de abiertas alas 
que llegada la noche se pliegan abrazadas 
a mis manos vacías y hartas.

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Esta entrada está dedicada al mundo entero que tanto me ha dado, pero en concreto hoy estas GRACIAS las dedico a tantos amigos que siguen regalando hermosos y profundos comentarios en este blog, comentarios que por problemas con Google, me es imposible responder de un tiempo a esta parte...Aún así, consigo leerlos desde el móvil y me siguen dando ALAS.
GRACIAS!!!

La torre vieja

El prado de Proserpina



Hace viento...
Sí, me gusta cuando el viento tropieza con mi estorbo, me gusta cuando me rodea y sigue veloz su camino, cuando no se amansa y no saluda, cuando no se cansa como hacen las afiladas alas de las gaviotas mudas... 



Gabriel Moreno China

Infiel amante
 que sin freno alguno
 y apenas en un segundo
 cuenta secretos y vierte en mi boca
los alientos de otros más amados,
 sobre quienes otra noche posado,
cansado cayera dormido. 
   

Me gusta su olor a los altos riscos, 
me hace soñar o quizá entrever 
lo que con seguridad trae consigo... 

Me gusta el viento y su caricia sobrenatural,
 olor a lejanos trigos, 
a mar honda y negra, a la luna alta;
 con su timbre a nubes y a gentes 
que seguro sienten en mundos lejanos,
 sumergidos en extrañas mieses...

No hay que hablarle, no escucha.
 Intrépido él toca mi cara y se va,
 dejándome en la piel su nuevo ensueño,
 que a veces quema, hiela, quema...
ambrosía de la imaginación,
secuestrada doncella.

Lleva hoy, lleva viento hoy contigo
 mi mensaje sin botella, 
lleva hoy, viento fiero que enredados 
dejas mis pensamientos y mis trenzas,
 mi aliento a algún extraño que sueñe
 mis nuevos sueños en lo más alto
de alguna torre vieja.

Me pregunto...

Esse Imaginaria






Me pregunto tantas cosas...

Qué busca el ocaso tras el velo del día, 
qué busca...?

Y qué busca una y otra vez tras el poema del día,
 tras los versos de los besos,
 tras los de las sonrisas?

Me pregunto porque no sé, 
qué busca el niño en el infinito azul del cielo,
 qué la luna, qué los ojos amantes 
en los amantes versos están buscando?

Una recompensa por sus pensamientos,
un reino daría sin tenerlo...



Agniezska Lorek



Lo dibujaría sobre un papel en blanco,
 en ese y en este mismo que insistente
 pregunta qué busco al rasgarlo.

Entregaría ese reino
 por saber qué impulsa al agua negra del lago
 a mutarse en un vergel de estrellas juguetonas
 y luna de amor robado.

Reinaré sobre mi reino
 de castillos de ladrillos coloreados,
 de unicornios imberbes e inocentes,
 de amapolas que no saben
 que al mismo sol su rubor robaron...

Y lo entregaría luego sin dudar,
 por saber qué mueve y mueve al cíclico día
 a incendiar noche tras noche el cielo claro, 
enterrando mis sueños ingrávidos
 en frío y negro barro.


Noten

El prado de Proserpina






Mejor no esperar, no esperar nada...

Mejor tomar,
 tomar el sol a sorbos, 
el viento tomar con sed insaciable 
y en copa de tallado cristal.
La piel amante gozar como cereza brillante,
 el alma y el cuerpo abrazar,
 la una intangible y tan cerca,
y el otro tangente,
 secante y tan distante...

Flores que no permanecen 
y en volandas se deshojan 
en pos de postergados amores...
 Aguas tranquilas que guardan
 la esencia misma del misterio, 
indecisos pajarillos de inocencia...
 Sombras de estío, acogedoras,
 del invierno húmedas prisiones,
 todos noten, todos oigan, 
que vivir es un sólo trago 
para tomar en copa alta y frágil,
 sujeto al tiempo con labios prietos
 y temblorosas manos...

La muerte

El prado de Proserpina


Recuerdo
 cuando estabas, 
y cuando eras...

Entonces el mundo estaba completo. 

Tú, con tus manías cubrías todos sus huecos, 
con tus palabras sabias, con tus mohínes tan graciosos, con tus pobladas cejas.


Expografía.com


Y aquel día recuerdo, 
recuerdo aquella noche, 
tan tensa, tan negra...

Todo lo presagiaba,
 nada lo detuvo. 
La Parca afiló 
en nuestras mismas faces su dentada guadaña.
 La vimos, sí, tú y yo la vimos
 ¿Recuerdas?

Habría de pasar, se sabía. 
Estaba en el aire, se masticaba al hablar,
 se respiraba y dolía, lo espesaba
 como un gel frío de espanto
 que intentamos templar una y otra vez, 
una y otra vez... 
¿Verdad que te acuerdas? 

Pero todo fue inútil. 
Creíamos que pasaría de largo, 
miramos hacia otro lado, 
un momento, sólo un minuto, el cansancio...
 y nos dormimos. 

Tus ojos amanecieron como el cristal,
 tu reloj y tus zapatos, tu ropa, 
todo en orden marcial... y tu vida, 
tu vida la bruja parca,
 la traidora agazapada, 
la insistente cobarde la había raptado
 en un segundo, 
en la oscuridad de la noche, 
sin ser vista ni notada...

Sólo tú la viste en ese mismo instante, 
y su reflejo quedó plasmado
en las puertas de los armarios, 
en los cristales de las ventanas
 tras tus párpados fríos. 
Yo los cerré con mis manos.
 Último intento de sentirte, 
de notarte, un adiós inconfesable,
 un silencio y una pregunta postrera
 con olor de manzanilla y limón,
 olor a mañana vacía, soleada, hueca 
y sin puntos cardinales...

Te echo de menos. 
Cometimos muchos errores 
¿Acaso hay alguien perfecto?
¿Acaso eso me calme?

Estuviste frente a mi como un norte,
 alto y fuerte, bueno y blanco,
 estuviste y ya no estás, 
mi luz del día, ya no estás...

Te quise, te quiero, te querré... 
No me importa que ya no estés,
 te querré igual, no más, 
te querré igual.

Te tengo en mi pecho 
clavado como un estoque, 
este es tu lugar.

 Te cuidé, me cuidaste,
 te alimenté, me diste de comer, 
te obedecí, te obedecí... 
Me enseñaste a leer y a escribir,
 a reír, me enseñaste mil poemas,
 me enseñaste a no mentir
a no olvidar.


Klara Erzsebet Bujtor


Y yo no te voy a olvidar, 
aunque tu cuerpo te haya olvidado,
 aunque tus cenizas sobrevolaran la sierra, 
aunque el mismo mundo se extinguiera.
 Tú eres yo, y yo misma sobreviviré al mundo
 para sostener tu memoria
 y contener tu ausencia.

Imaginación

Esse Imaginaria

La imaginación es una fuente oculta a la luz del día, un tesoro escondido a los ojos necios... Es raudal sin freno para los corazones rebeldes y es cascada helada en la sangre quieta y oscura de los prudentes... 


Chakrit Champen


Raudales atados con gruesas sogas de colores indecentes que buscan cauces vírgenes, soplos de vida, resquicios estrechos y descuidos olvidados en la férrea guardia de la sensatez decente.

Es suspiro color verde
y es un recuerdo inventado
sabor casi recordado
e incierto aroma naciente. 

Y cuando la piel recorre
como incendiada serpiente,
la imaginación es un beso
muy lento y raudo...¡ardiente!

Febe

Esse Imaginaria



Cabalgaba sobre el negro infinito
apartando luciérnagas y estrellas
y paseando el porte de la más bella,
acercóse y me susurró al oído:



Alexandr Shakhmin


"Yo soy la luna y la luz, la fuente...
y adorno tus ojos de lágrimas
tu corazón de guirnaldas mágicas,
de sueños amantes pinto tus sienes.

Soy yo luna redonda y alargada,
te sonrío y te lloro, si me llamas,
 te embeleso con mi beso de hada".

Y si me buscas en la alfombra del cielo
 ya no consigo ver tus ojos alzados
sin por siempre dócil ofrendarte el alma.






Me apetece

El prado de Proserpina


Hoy me apetece vivir
y no me apetece morir...

No quiero seguir muriendo hoy
 ese poquito que se queda de la vida cada día,
en los resquicios de tus pasillos 
o en la comisura de mis labios.

Hoy quiero nacer, 
quiero ser y ser quiero un poco más, 
volar quiero y crecer; 
hoy, vida, quiero creer y gestar, 
hacer planes, reír, 
y quiero llorar...


Agniezka Lorek


Amanece y las sábanas queman, amanece y el alba llama, el horizonte se incendia, amanece, amanece y la sangre brama.

Cien besos que rebosan mis labios, 
mil te quiero derramados; nunca desperdiciados, rocío, simiente, ilusiones, 
y ojos magos...

La vida se desparrama por el paisaje, 
con pares y pares de brazos que abrazan, 
el sol refleja el recuerdo 
de las estrellas sobre la fuente clara, 
sobre la charca inmensa de tus ojos claros...

Colgada del cielo

El prado de Proserpina



Incertidumbre, 
camino partido, camino robado...
Meta en el cielo, 
destino olvidado...


http://tophinhanhdep.net/44-hinh-anh-girl-buon-anh.html




No sé qué hacer si no me acompañas, 
no sé qué debo hacer si no me nombras,
 tú que diriges los sueños, 
olvidaste el mío que no tiene sombra.

¿Qué he de hacer en la soledad de la noche 
si no discurres mis paisajes?
 ¿Qué he de hacer si no te paseas por mis sueños, 
si ya no amainas mis pesares?

Qué, luna redonda, 
burbuja bella del silencio...
 ¿qué será del principio y del fin
 si no puedo alzar el pensamiento
 y verte a ti existir, 
colgadita del cielo...?



Al sur del sur

Esse Imaginaria




Calienta el sol, 
calienta el cielo.

 Templa el son, 
tiembla el sueño.

 Surge el verso, 
dulce surge,
 viene desde el sur de puntillas
 y en silencio...

Quieta la calima, se extiende lasciva por los sueños y embriaga el alma de esa guitarra, poseyendo todos los besos de los amantes más ebrios...
Y a la sombra del sur,
 el zumo de ese alma se esconde
 en el suelo de un patio
 regado de azahares borrachos de pecados,
 a media noche...



George Owen


Llevo tus colores en la cara, 
no llevo otros. 
Llevo tus rasgos, tus defectos, 
tus recuerdos y mil espadas, 
dibujandos en mi piel tus peleas y tus besos, 
tus ilusiones castradas, tus triunfos
 y cada surco de tus lágrimas.

 Eres mi sol y mi desierto,
 mi sentir y mi desprecio, 
tus te quieros, mis silencios, 
tu eres más y mucho menos.


Al sur del sur

Esse Imaginaria




Calienta el sol, 
calienta el cielo.

 Templa el son, 
tiembla el sueño.

 Surge el verso, 
dulce surge,
 viene desde sur de puntillas
 y en silencio...

Quieta la calima, se extiende lasciva por los sueños y embriaga el alma de esa guitarra, poseyendo todos los besos de los amantes más ebrios...
Y la sombra del sur,
 el zumo de ese alma se esconde
 en el suelo de un patio
 regado de azahares borrachos de pecados,
 y a media noche...



George Owen


Llevo tus colores en la cara, 
no llevo otros. 
Llevo tus rasgos, tus defectos, 
tus recuerdos y mil espadas, 
dibujados en mi piel tus peleas y tus besos, 
tus ilusiones castradas, tus triunfos
 y cada surco de tus deseos.

 Eres mi sol y mi desierto,
 mi sentir y mi desprecio, 
tus te quiero, mis silencios, 
tu eres más, mucho más
 y mucho menos.

Luna

Esse Imaginaria




Nada me queda
 sino el nacarado susurro 
de la siempre nombrada.

Idrassi Soufiane

 Nada me queda 
en medio de la densa oscuridad 
libre y forzada...

 Nada me resta 
tras el apabullo del intangible día,
 nada necesito... 

sino el baño fresco de su luz 
tan tenue y tan callada... 

sino el canto sobrenatural de su esfera 
sobre el viento de las eras, 
y su discurrir cíclico y mágico
 sobre las nubes de tu espera...


Quiero quererte

Esse Imaginaria



Quiero leerte un verso
 a viva voz,
 como un te quiero,
 como un beso...


Gabriel Moreno Nogal


Quiero escribirte,
y dibujarte quiero, 
contornear tu sombra callada y triste,
 saborear tu alma noble, 
quiero mimarte...

Quisiera volar sobre tus altos sueños 
cazarlos uno a uno con mi arco,
 atravesarlos de una mirada primero, 
y vencidos, rendidos y dóciles,
 entregártelos luego.

 Y quisiera encontrar 
tus puntiagudas penas, 
engarzadas en las esquinas cóncavas 
de tu entregado duermevela, 
diluirlas poco a poco y con paciencia 
en blanca sal azucarada y canela. 

Bucear tus miedos quiero,
 hondos y negros, escondidos, 
nunca hallados,
 y ninguneados como insectos... 

Saberlos y conocerte y conocerme, 
bordarte un sudario de placeres
y de vainicas un rosario; 
Quisiera cantarte 
la serenata silenciosa de mis besos,
y bajito y claro,
 como la luna sobre el sembrado,
 quiero quererte
como a un jilguero...

Me reinventas...

Esse Imaginaria



Se acerca pensativa el alba,
asoma su secreto futuro por mi ventana,
 llamando a las luces dormidas de mi alma
con su sorpresa eterna,
y su futuro colmado de mañanas.

BeautifulBurden
© Jennifer Healy


Se acerca llamando fuerte
 a las puertas de mis párpados pesados y sin ganas...
No me necesitas, amanecer dorado,
pero requieres mis ojos torpes
 para verter sobre ellos los vírgenes brotes
 de tus recién nacidos rayos
de cálido oro 
y frío nácar.

Y me inventas y te reinventas,
ciclo a ciclo redibujado...
Y cada día llamas a mis puertas
 con tu sin fin dorado,
con tus reflejos amarillos,
 con tu mar enamorado,
 y tus nubes rosas y azules
que prenden en llamas
las mojadas almohadas del pasado.

Vuelo concéntrico

Esse Imaginaria


Quiero ser tú y tus pensamientos, 
quiero saberte.
 Quiero tu mirada en mis ojos nadando,
 quiero tu mente,
 y tus manos sobre mis manos las quiero, 
poseerme. 
Quiero tu alma, mi amo, mi mago, 
yo te quiero ámbar y verde...



Y tu sombra, cuando vuelas alto, 
sobre la luna, sobre las lomas, 
profundas del ocaso,
para venir a verme.

Poderoso vuelo concéntrico, sobre mi mente,
deliciosa brisa, dominando el viento,
no hay albas, ni las quiero,
quiero noche oscura y caliente...

Mal amor

Esse Imaginaria





Patrycja Pustkowiak



Cada vez que me miras
algo muere en mi,
la esperanza, el verde de mis brotes,
la luz de la mañana, el vivir...
Cuando me miras
la hierba desaparece
la luz del alba se ennegrece,
y mi corazón detiene su latir.





Luna afrutada

Esse Imaginaria


Viene la luna, 
alta y redonda, 
a traer a mi ventana
 tus ojos ausentes, 
tus manos blancas.


Amandine Van-Ray



 Viene la luna, 
subida a los cielos rasos, 
viene cargada de sueños nuevos
  de viejos milagros.

 Con tus ojos me mira,
 con tu voz me habla,
 no importan las ausencias sin vida, 
colgada a su esfera,
 burbuja de plata... 

No hay distancias, 
la reina del cielo las rompe, 
serena, móvil e inmóvil, 
meiga que aniquila el tiempo, 
el olvido y los rencores.

Vino esta noche
 con su vestido ámbar, 
dulce y amarga, 
perfecta bailarina del silencio y del tiempo,
 sultana callada de dulzura afrutada 
y secretos amores.

Trae para mi su alforja de sueños, reconfortantes caricias invisibles que tras mis párpados inventan el cielo. Y baja poco a poco y suavemente su esfera mágica sobre las mágicas aguas, y se refleja y me seduce como bruja dorada, corazón de plata...Y al fin besa el mar en un beso infinito de trascendente paz, y se hace el alba, vástago cíclico y por siempre recién nacido de su mágica coreografía de cristal.

Sospechas

Esse Imaginaria



Dejaría de elucubrar si el mundo se parase, acaso mi mente se quedase en blanco, acaso se nublase, pero el mundo gira y la mente vuela, y los problemas pululan y las sospechas, brujas ellas siempre, siempre sospechan.

Stefan Gesel

Tristeza, aburrimiento, apatía.. ¿acaso existe eso si no es en un cuadro pintado con desgana o en un mal verso? ¿acaso es posible no hacer nada cuando la nada misma ya es cóncavo y oscuro suceso?

Cada día la gravedad precipita una vencida legión de lágrimas sobre el suelo, cada vez que alguien calla, cada vez que se levanta en armas el estrepitoso silencio...

Cada día, entre el fango y el frío se debaten aquellos refugiados, porque no terminan de tener el refugio que les nombra, callados, hundidos, escondidos de la vista para que sus estampas no estorben la conciencia de hielo del iceberg maldito de la raza hombre...

¿Dónde están escondidos, dónde los ancianos enfermos y cansados, dónde los niños que no encuentran  techo, dónde que ni tan siquiera se oyen sus lágrimas caer cada mañana en escandaloso silencio??

Lloran callados, mueren con miedo, aplastados por el olvido y la incongruencia de llamarse refugiados sin haber hallado suelo.

¿Dónde están las almas, dónde están los cuerpos? sé que un día su polvo postrero encontrarse podrá con el mío, en el caprichoso remolino del viento...

Dejaría de elucubrar si el mundo se parase, acaso mi mente se quedase en blanco, acaso se nublase, pero el mundo gira y la mente vuela, y los problemas pululan y las sospechas, brujas ellas siempre, siempre sospechan.





Los perros

Esse Imaginaria



Del recuerdo, señor, de aquel verde
nace el suspiro de amor y amarillo,
que en la distancia es cálido y sencillo
 tal rostro que de antaño vino a verme.

Aquel prado, ya conmigo por siempre
con sus miles de flores, con su trigo,
sus perros rabiosos en el cortijo,
el padre bueno, y mi miedo imberbe.

En la lejanía, nubes bajas,
 y perros rabiosos que las muerden
bebiendo el dulce agua que de ellas mana.

Aullando tras las espigas altas
perros negros se acercan como gente,
esos perros que en mis sueños duermen.




Idrassi Soufiane


Y duermen agazapados, 
con un ojo abierto y el otro cerrado,
 espiando mis movimientos 
entre las espigas del trigo,
 los perros invisibles y negros
 como grajos... 

Y como gente, 
acechan para traer mi perdición
 con uñas y con dientes.

 Como gente, 
persiguen mis soledades, 
como gente que atisba mis lejanías,
 mis pasados y mis presentes...

 Veloces y negros, 
los insistentes perros 
 galopan agazapados en la franja estrecha
 que hay entre las nubes bajas y negras
 y las margaritas indecisas y contrahechas 
 que asustadas no los detienen. 

¡Corre, corre, 
corre a casa, corre lejos!

Pero el campo verde 
se nubla y es inmenso, 
y los alientos caninos
 ya mojan mis sienes.

Y atrás miro sin respiración, 
ahí están, corren, vuelan,
 pierdo el equilibrio y
ahora se ven tan altos...

Acercan sus muecas delgadas, 
siempre en manadas negras y densas...

Me levanto con la esperanza extinguida
 y erguida los veo llegar 
y cobardes como gente se agazapan
 presas del miedo...

Temen los demonios al cordero,
 ahora temen si los miro, 
temen si los nombro
 y uno por uno
  mastica el depredador
 el miedo manso del cordero...

El libro

Esse Imaginaria



Sobre la mesa, un libro negro y grueso,
en el pensamiento, el recuerdo aquel,
impenitente martillo sin cincel
que a descifrar invita tal que un beso.

Stefan Gesell

Aquel suceso se diluyó al aire
se le clavó en el alma, se le tatuó,
en las manos y en la piel, en la expresión,
dejando sólo aquel libro de nadie...

Si me amas, vida mía, yo volveré.
Si no me amas, no lo dudes, mi vida,
nunca se cruzarán tu alma y la mía
ni leeremos los versos que te entregué.