"La felicidad en la mayor parte de las personas alegres, es el resultado de una tenaz disciplina"
(Desconocida)
¿Sabes de esa gente que de niños no lloraban?
¿Sabes de esos que, a pesar de su tierna edad, jamás pidieron para sí, mientras sus iguales se colmaban de atenciones, por no ser otra carga?
¿Que jamás pronunciaron sus derechos?
¿Conoces a esa gente que cuando se sienten enfermos sonríen para no asustar?
Yo si, conozco a esa gente.....jamás dejan de sonreír, desparramando alegría sobre las tierras yermas, cuanto más grave es la situación, más anchas sus sonrisas y sus caricias más tiernas. Tanto fingen no conocer el dolor que un día, de pronto se dan cuenta de algo que les invade de inquietud el corazón; nunca aprendieron a llorar, y cuando es preciso por la pérdida de lo que más se quiso ni forzándose a ello saben cómo ni para qué abordar tan estúpida labor.
Sonríen de continuo a la vida aunque la vida sólo les devuelva rencor, pasan por alto las ofensas y olvidan cualquier dolor, porque sólo les importa dar vida a cualquiera que la necesite más, porque no tenga ni su fuerza ni su valor.
Es hermoso encontrarse con esa gente. Pero como dices, es algo que se puede aprender, como cualquier otra cosa. Así ¿ qué por que no aprender a ser como ellos?. Un saludo.
ResponderEliminarIvan, gracias por tu amable comentario. Si, creo que es difícil alcanzar ese grado de abnegación pero, algo más moderado sería ideal, bueno para todos, incluso para ellos. Un saludo
ResponderEliminarConcuerdo contigo en que en el punto medio está la virtud. No se trata de derrochar alegría en todas ocasiones cuando estás llorando por dentro. Hay que saber cuándo reír y no es malo saber cuándo llorar.
EliminarHola Alba, gracias por tu comentario, alcanzar ese deseado equilibrio suele ser difícil, a veces no se llega y otras muchas se pasa...así que esmerémonos, saludos amiga.
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