Como mástiles erguidos,
como amigos furtivos
que visten de gris sus negras galas,
y sus sonrisas ensayadas,
sus caricias de manos blandas
y su compañía macabra de amistad helada y falsa...
vana.
como amigos furtivos
que visten de gris sus negras galas,
y sus sonrisas ensayadas,
sus caricias de manos blandas
y su compañía macabra de amistad helada y falsa...
vana.
Gente, ruido
y bullir de prisas entre suspiros callados...
ocultos.
y bullir de prisas entre suspiros callados...
ocultos.
Reproches silenciados y recién nacidos,
bajo labios bien domados..
Bocas de besos falsos e insuficientes limosnas derramadas y hábilmente interpretadas...
bajo labios bien domados..
Bocas de besos falsos e insuficientes limosnas derramadas y hábilmente interpretadas...
Son ellos esos pobres solitarios quienes vierten día a día sobre mi cabeza descuidada vida, luz, fiesta y mentiras desparramadas, esos pobres solitarios sin alma, sin silencios verdaderos, con sólo su hueca algarabía...
sin calma.
sin calma.
Esos embusteros locos y dementes, que temen a las sombras sin luna, que medran escuchar a la noche callada interpretar su frágil sinfonía inaudible, esa que sale del alma y es verdadera...Temen a la melodía que componen las estrellas en su danzar cadente y sereno, arrastrando sus alargadas estelas sobre el liviano terciopelo, y punteando sin instrumentos la inquietante sonata de la espesa soledad, arropada sobre la inmensidad de la oscura bóveda macabra...
y sin velo.
Los pájaros pían su último invento
porque la luna empuja con su embrujo
al callado viento.
al callado viento.
La mar callada se muta lenta,
mirando el cielo eterna y sin miedo,
mirando el rosa cautivo,
mirando el rosa cautivo,
el azul furtivo y el rojo lamento...
Y al horizonte se lo lleva el viento
trabajando sereno, sin usar las manos...
los niños juegan sin verlo..
sólo lo miran los cegados ancianos...
¡Mira, abuelo!! ¡Mira el cielo..!!
¡Mira la noche que está llegando....!!
Y el viejo fija sus ojos en el suelo,
y su alma acabada en el recuerdo de antaño.
Porque solo entre mil cautivos está el viejo, sólo en su libertad de náufrago.
Solo sin madre ni hijo, sin amparo, sin techo y sin llanto....bajo el cielo y sobre el fango y junto a las estrellas que danzan su inaudible canto.
Y cruza el mundo entero sin temor ni luz, y solo entre mil cautivos atraviesa la vida y abraza la muerte que llega anunciada. La ve llegar sereno con sus ojos de niño pequeño y osado.. Solo en su lecho de cumbres altas y dorados prados, de su soledad arropado, arropado de su amante y fiel soledad de plata.
Bella prosa y versos reflexivos, un saludo!!
ResponderEliminarHola Graciela, muchas gracias una alegría para mi que te lo parezca, un abrazo
EliminarPrecioso! !! Me encantó
ResponderEliminarGracias Pau, es un homenaje a la admirable serenidad de los ancianos, un abrazo.
EliminarBonita entrada, tal como nos acostumbraste. Un abrazo muy grande!
ResponderEliminarHola Sandra, qué bien que te agrade, un abrazo linda, y mil gracias por tu comentario.
EliminarComo siempre genial!. Es un deleite pasar por aquí y leerte!. Abrazos.
ResponderEliminarGracias amigo, encantada de que así sea, saludos
ResponderEliminarMe he quedado al final pensando en ese anciano, que representa a todos los que viven esa etapa y he pensado, como casi siempre en ese momento último, que tu graficas, cuando llega la anhelada o temida muerte. Y sentí vuelos ve pájaros, levantando un alma. ¿Cómo será el final?. Con palabras certeras y majestuosas me haces pensar. Gracias
ResponderEliminarHola María Eugenia, el tema de los ancianos es para mi recurrente (tengo varios temas que lo son)Los trato mucho y los admiro profundamente, son niños y son sabios, ellos lo son todo, son vida comprimida a punto de extinguirse...Para mi son un referente constante y sobre todo admiro su valentía y serenidad frente a lo insondable. Escribiendo esto me emocioné...un saludo y mil gracias por tus palabras que siempre me llegan
ResponderEliminarNo hay la menor duda de que mis lectores se darán un banquete leyendo esta propuesta literaria que nos haces. Compartida en Twitter y Facebook. Saludos desde Cojedes
ResponderEliminarHola amigo Isaías, te estoy muy agradecida, un abrazo.
ResponderEliminarsolos venimos y solos nos vamos. me encantó como el anciano espero su muerte con ojos de niño. una vuelta al principio en ese círculo imperfectos de nuestras vidas. Bellísimo amiga mía
ResponderEliminarAmparo, has visto lo que yo quería mostrar, el anciano, viendo llegar su propia muerte desde los ojos de cuando era un niño...porque todos somos niños indefensos frente a ella, un abrazo amiga
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